Levante, 21/06/2001
El jefe del gabinete jurídico de la Generalitat prepara opositores a plazas en la Administración
Alumnos de Fernando Raya serán examinados por dos subordinados suyos, uno de ellos el presidente del tribunal, cuya continuidad depende de un informe que debe avalar el propio Raya
El jefe del gabinete jurídico de la Generalitat, Fernando Raya, prepara en la actualidad a opositores que aspiran a las plazas de funcionarios del grupo A de la Administración valenciana. Sus alumnos serán examinados por al menos dos de sus subordinados en la Generalitat. Uno de ellos, Luis Cuesta, es el presidente del tribunal de las pruebas y el único que conocerá el examen final. Cuesta, que ya ha sido recusado, condiciona su continuidad a un aval jurídico que depende de Raya.
Julia Ruiz, Valencia.
Las dudas se ciernen en torno a las oposiciones para acceder a cerca de 200 plazas del grupo más alto de funcionarios de la Administración de la Generalitat, las primeras en más de un lustro que saca a oferta pública el Gobierno valenciano. Levante-EMV ha comprobado que el jefe del gabinete jurídico de la Generalitat, Fernando Raya, prepara en privado a aspirantes a las oposiciones del grupo A. Se da la circunstancia de que el presidente del tribunal de estas pruebas de acceso, Luis Cuesta, que ocupa en comisión de servicios el puesto del jefe del área jurídica de la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas, es subordinado directo de Fernando Raya.
La dependencia jerárquica entre Raya y Cuesta queda clara en el decreto 27/2001, de 30 de enero, del Consell sobre organización y régimen de funcionamiento de los servicios jurídicos de la Generalitat, que se inspira en los principios de «unidad de dirección y coordinación».
Según la citada normativa, el gabinete jurídico de la Generalitat es la punta de la pirámide de la que dependen los servicios centrales y las áreas territoriales. Las áreas jurídicas de cada conselleria están a su vez integradas en los servicios centrales. Además de Luis Cuesta, dependen de Fernando Raya al menos un miembro más de la comisión evaluativa, a saber, el jefe del área jurídica de Presidencia de la Generalitat, Jesús Emilio Torrejón Puchol.
Tal como ha venido informando este diario, la permanencia de Cuesta en el tribunal que pondrá los exámenes y los corregirá está en entredicho ya que ha sido recusado por varios aspirantes. Y ello ante la posible incompatibilidad en la que Cuesta podría incurrir ya que uno de los aspirantes es su subordinado directo en la Conselleria de Justicia, a la sazón allegado al conseller de Sanidad, Serafín Castellano. Varias normas y decretos del Gobierno valenciano -incluso uno que fue redactado hace nueve años por el propio Cuesta- ponen en entredicho su continuidad en el tribunal. De ahí que Cuesta dejara en manos del conseller Carlos González Cepeda la decisión de si debe o no dimitir. Cuesta condicionó su cese a un informe jurídico que avale su continuidad, lo que cierra de nuevo el círculo en la persona de Fernando Raya, quien, a menos de que se inhiba del asunto, es el responsable último de todos los dictámenes jurídicos. El decreto de 2001 le otorga la posibilidad de avocar para sí la emisión de cualquier informe «cuando la trascendencia del asunto lo haga conveniente».
Raya no es ajeno a estas pruebas dado que da clases a cambio de dinero a personas que serán examinadas por varios de sus subordinados. La actividades extras del jefe del gabinete jurídico fueron objeto de polémica en 1994 cuando este diario desveló que preparaba opositores en una academia no declarada en el registro de actividades del ayuntamiento. Raya, que fue nombrado por el gobierno de Lerma, gana más que el presidente. En su día, el Consell cerró filas en torno a Raya escudándose en que su régimen de compatibilidades se lo permitía. El jefe jurídico dijo que daba las clases en sus «ratos libres» y de forma «artesanal» por lo que no había pensado en la «legalidad». Este diario dejó ayer varios avisos en su domicilio familiar y en su trabajo para que pudiera ofrecer su versión. Al cierre de esta edición, Raya no se había puesto en contacto con Levante-EMV.