Levante, 5/6/2001

La propuesta de Zaplana deja sólo un 10% de las plazas vacantes para recolocar interinos

Las huelgas pueden volver. Los sindicatos de la enseñanza se sienten defraudados y amenazan con seguir con las movilizaciones.

Las cuentas no salen. El compromiso del presidente Zaplana de convocar en los tres años grandes ofertas de empleo público para cubrir hasta el 90% de las plazas vacantes en la Generalitat es difícilmente compatible con su primera promesa de garantizar la estabilidad laboral de los 25.000 empleados interinos. El margen para recolocar a los interinos que no superen la oposición se reduce al 10% de las plazas. Ambas cosas sólo serían posibles con un muy improbable aumento de plantilla.

Julia Ruiz, Valencia

El compromiso del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, «de poner en marcha amplias convocatorias de empleo público durante los próximos tres años hasta cubrir el 90% de las vacantes existentes en la Administración valenciana» deja un estrecho margen al Ejecutivo a la hora de recolocar a los interinos que se vean afectados por este proceso. En otras palabras, los interinos no tendrán otra opción si quieren conservar su trabajo que presentarse a estas oposiciones. Para los que no aprueben sólo habrá un colchón de un 10% de plazas.

El golpe de efecto político buscado por Zaplana en la reciente convención del PP al prometer «una vía especial» para interinos puede acabar traduciéndose en un mero brindis al sol. La oferta actual del presidente ha quedado reducida a incrementar la puntuación por servicios prestados a los interinos de administración general en la fase de concurso y en el caso de los interinos del sector docente a promesas que escapan a sus competencias, como es la reforma del real decreto 850/1993 del Gobierno central.

En realidad, el presidente, tal como adelantó Levante-EMV el pasado sábado, se ha visto obligado a reconducir su anuncio-estrella dirigido sólo a interinos y optar por un pacto global para normalizar el empleo en la Administración que incluya también a los funcionarios de carrera. El gran problema con el que se encuentra Zaplana es cómo hacer frente a las expectativas que ha levantado entre los interinos.

Muchos de los más de 25.000 empleados afectados confiaban en medidas más contundentes, tales como convocatorias excepcionales para consolidar el empleo temporal a la manera de otras comunidades y que no necesariamente tendrían que ser inconstitucionales. Pero fundamentalmente reclaman un pacto que garantice su estabilidad laboral mientras se operan los cambios legales oportunos que permitan flexibilizar su entrada en la Administración.

En este punto, Zaplana es extremadamente vago. Se compromete a «establecer los mecanismos necesarios para promover la estabilidad del personal interino que actualmente ocupa las plazas» que saldrán a concurso. Sin embargo, no aclara de qué manera. En realidad si, tal como promete, en tres años el 90% de las plazas vacantes sale a concurso, no existe garantías de continuidad para los interinos, a no ser que se opte por una improbable ampliación de plantilla. En este callejón sin salida está ahora el Ejecutivo.

De momento, los sindicatos, especialmente del sector docente, ya amenazan con volver a las movilizaciones que habían quedado suspendidas. El STEPV volvió a reclamar ayer «un pacto de estabilidad» mientras se modifica la normativa legal y se pueda establecer «el acceso diferenciado al profesorado interino». Y advierten de que si los puestos salen a concurso la modificación legal no servirá para nada. En caso contrario, advierten, convocarán nuevas movilizaciones.

Desde FETE-UGT se reclama que Zaplana «dé la cara» en las Cortes e insiste en un pacto de estabilidad a diez años. El sindicato le acusa de haber defraudado a miles de familias y le advierte de «que en un tema así no puede ir de farol». Por su parte, FE de CC OO insiste en que la solución pasa por la modificación del real decreto 850/1993.

 

El PP vetó en las Cortes la misma oferta hecha por el PSPV

Efe/J. R., Valencia.

El grupo del PSPV en las Cortes Valencianas acusó ayer al presidente Zaplana de «copiar» una propuesta anterior de los socialistas encaminada a consolidar el empleo temporal en fijo. En efecto, el PSPV presentó una enmienda adicional a los presupuestos de la Generalitat de 2001 en la que literalmente se propone «convocar durante los ejercicios presupuestarios de los años 2001, 2002 y 2003 la totalidad de los puestos de trabajo ocupados por personal interino o laboral temporal en tres convocatorias sucesivas y anuales por el sistema de concurso-oposición y con una puntuación del 40% para la fase del concurso». Según aseguró la diputada Josefa Andrés, la propuesta -que en realidad recogía las peticiones de los sindicatos mayoritarios- ha sido rechazada cuatro veces por el PP.

Para los socialistas, la única novedad que ha aportado Zaplana es intentar aplicar un acceso diferenciado que, en su opinión, «va en contra de la legalidad», en alusión a la «vía especial» a la que Zaplana se refirió en su primer anuncio. Para la diputada, la propuesta de Zaplana para interinos «fue un conejo que se sacó de la chistera durante su fiesta mitin para celebrar su sexto cumpleaños». Por su parte, el diputado socialista Baltasar Vives mantuvo que Zaplana «no cree en el servicio público de sanidad, educación ni función pública» y reclamó el fin de la precariedad pero no «con el humo de paja del presidente».

Por su parte, el portavoz de EU, Joan Ribó, consideró que Zaplana está «rebobinando en otra dirección porque su primera propuesta era absolutamente irresponsable».

PP: La oposición quiere marear

Desde el grupo popular, su portavoz, Alejandro Font de Mora, instó a resolver el conflicto mediante la negociación en el «foro adecuado», es decir, en la mesa de negociación. Font de Mora criticó a la oposición por querer «marear y enturbiar políticamente».