La verdad, domingo 27 de mayo de 2001

 

Zaplana premiará a los funcionarios por su productividad

Clausuró la reunión del PP adivirtiendo a los altos cargos de que si se relajan «cometen un error»

J. L. MORALES
Eduardo Zaplana se comprometió ayer a terminar con la precariedad laboral en la función pública en el transcurso de la convención ‘Molt i bò’del PP celebrada en Valencia con motivo del seto aniversario de su acceso al Consell. Defiende un sistema para premiar la productividad de los funcionarios. Durante al acto, Zaplana mostró su «disgusto» ante la relajación de los altos cargos y advirtió de que «aún queda mucho por hacer».

Tratar de solucionar la situación de los interinos. Ese es uno de los compromisos adoptados ayer por el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, en el transcurso de la convención que el PP celebró en el Palau de la Música de Valencia con motivo del sexto aniversario de su acceso al gobierno y orientada a sellar «un nuevo compromiso con los electores».

Zaplana aprovechó para hacer balance de los «logros» de su gobierno, y reiterar que su «compromiso político no ha terminado». Por ello, anunció nuevos retos, entre ellos una reforma en profundidad de la administración pública que responda a los intereses de los ciudadanos, «de manera que los funcionarios dejen de ser un cuerpo egocéntrico». Para lograrlo se comprometió a terminar con la precariedad laboral existente y hallar una fórmula que permita consolidar a los interinos, para lo que demandó el respaldo del resto de fuerzas políticas. Además, la reforma incluirá un sistema que premie su productividad.

Aparte de la reforma administrativa, el máximo titular del Consell enumeró algunos de los «numerosos logros» de su gestión, y advirtió de que «ahora empieza lo complicado», ya que habrá que encontrar fórmulas para el mantenimiento de los proyectos que se vayan ejecutando.

Zaplana fue deshojando a modo de síntesis lo que definió como «la transformación de la sociedad valenciana» al haber pasado «del pesimismo de la época socialista a avanzar en la convergencia con Europa». Sin embargo, nadie se puede cruzar de brazos. Al menos, si se quiere continuar trabajando junto a Eduardo Zaplana, que volvió a insistir en la necesidad de «continuar trabajando», advirtiendo a aquellos altos cargos relajados que cometen un «grave error», ya que «en política nadie puede estar de vacaciones. Siempre existen nuevos objetivos que alcanzar».

En este sentido, concluyó que «mientras haya un ciudadano con necesidades, no se puede estar del todo orgulloso», si bien, destacó la nueva tendencia en materia de empleo cercana a las tasas del paro estructural.

Con anterioridad, cada conseller explicó los logros y retos de su departamento. Alicia De Miguel recordó que «aún existe un proyecto político vivo, lleno de alternativas para la sociedad». Las intervenciones tuvieron dos hilos conductores: infraestructuras y políticas económicas y servicios públicos.

Durante el primer bloque, introducido por el vicepresidente primero, se destacaron los logros económicos, la presencia en los grandes debates políticos estatales, las infraestructuras conseguidas como el tren de alta velocidad, cuyo primer tramo en el corredor mediterráneo empezará a funcionar en el 2004, el Plan Hidrológico Nacional o la nueva red de carreteras y tranvías previstas para los próximos años, así como la nueva ley de Ordenación del Territorio y las nuevas políticas de desarrollo tecnológico.

El segundo bloque, centrado en los servicios públicos, abarcó las políticas sociales, donde se anunció la eminente puesta en marcha de las nuevas fórmulas de financiación, que garanticen servicios gratuitos y de calidad para todos, y mayor atención a discapacitados y tercera edad. En educación se anunció la conclusión del Mapa Escolar para el 2003, mientras en sanidad se llevará a cabo una política de humanización.